Todos sabemos que Asturias es una de las localidades más bellas de España. Pero además, con más de 350 kilómetros de litoral marítimo, dispone de más de 200 playas, algunas de las cuales están consideradas como las más bellas de España, de Europa y del mundo. Si a eso le sumamos su privilegiado clima, comprenderemos porqué las playas asturianas son las preferidas del turismo español e internacional.
Perfectas para incluir en una ruta por la costa asturiana, te invitamos a disfrutar de 10 playas a tiro de piedra del hotel.
Ubicada en la desembocadura del río Cuevas, en la localidad de Llanes, Asturias, es una playa separada del mar abierto por una garganta de 60 metros de ancho y 200 metros de largo, lo que hace de barrera protectora de la fuerza del Cantábrico. Rodeada de monte y vegetación, se trata de un paisaje kárstico de inmensa belleza, y su nombre proviene de las formaciones rocosas muy grandes, perforadas por la actividad del mar durante millones de años, lo que ha generado diversas cuevas y túneles.
Es una playa casi salvaje, de arena dorada, con guijarros y pedruscos en algunas zonas, donde encontrarás aguas cristalinas en las que refrescarte o bucear tranquilamente, e incluso podrás nadar a través de las cuevas. Cuenta con bares y restaurantes, parking, socorrista, Cruz Roja, duchas, aseos, limpieza y papeleras.
En un rincón privilegiado de la Costa Verde Asturiana, ubicada en el concejo de Llanes, podrás disfrutar de la playa de San Antonio de Mar, una hermosa playa virgen de arena blanca y aguas cristalinas. Con 70 m de longitud, unos 50 m de anchura y forma de concha, se halla separada de Cuevas de Mar por la Punta San Antonio, rodeada por rocosos acantilados, productos de la acción del mar y el viento, y cubiertos con un manto de verdes prados que los coronan, desde donde podrás tener espectaculares vistas.
Elegida por los lectores de la revista Conde Nast en 2020 como la mejor playa de España, es una cala natural y salvaje con todas las letras, no cuenta con ningún servicio y sólo se puede llegar a pie desde la localidad de Picones o desde la playa de Cuevas del Mar, en la que sí encontrarás papeleras, un bar de playa, equipo de vigilancia y aparcamiento en un prado cercano.
Reservado para quienes se animen a la aventura, se halla en una zona recóndita, a 100 metros del mar abierto y para visitarla deberás armarte de paciencia y realizar una larga caminata. No existen negocios ni kioscos cercanos, ni chiringuitos, y su nombre proviene del astur, el cual significa “círculo de agua”. Se destaca por la flora y fauna, con una frondosa vegetación circundante, que se impone a lo lejos de la arena.
Sin conexión directa con el mar, Gulpiyuri se formó por la acción del agua subterránea, que inundó la dolina sobre la que se encuentra, por el que la acción del agua logró erosionar, la piedra caliza que se encuentra por debajo de la tierra durante miles de años y llegó un punto en el que la cavidad se agrandó y se conectó con el mar, creando en tierra firme una playa de aguas cristalinas que suben y bajan según el dictado de las mareas.
Con 40 metros de longitud y 50 de diámetro está considerada la más pequeña del mundo, motivo por el que fue declarada monumento natural el 26 de diciembre de 2001.
Rodeada de una costa escarpada, entre las montañas, es un canal estrecho, alargado entre los acantilados, es salvaje y no tiene infraestructura, lo que la convierte en una playa sorprendente. Tiene unos 800 metros de longitud, perpendicular a la costa, con un ancho de alrededor de 80 metros, protegiéndola de las embestidas del mar. La entrada en el agua es muy suave, por lo tanto, muy segura para el baño. En el inicio de su larga lengua la profundidad del agua es escasa, no pasando de 1,50 metros, ideal para los niños.
La arena es blanca, fina y brillante, el agua del mar es cristalina de color turquesa y no se necesita calzado especial. El oleaje es casi nulo, no hay riesgo de corrientes y está limpia de rocas y de algas. Por sobre el acantilado hay un área recreativa, con una vista muy bonita del mar y la playa, al que se puede que acceder a través del pueblo de Cuerres.
Si hay una playa en Asturias que destaca por su extraordinaria belleza, nos estaremos refiriendo a la Playa de Barro, una hermosa cala en forma de concha, de arena fina blanca y aguas cristalinas, no es demasiado grande, ya que, tiene unos 250 metros de longitud, aunque, durante la marea baja aumenta su tamaño al doble. Está flanqueada por dos islotes, que protegen la línea de costa del mar abierto y realzan su atractivo. Es un punto obligatorio de buceo en sus diferentes modalidades, dado que, sus aguas son extremadamente limpias y transparentes y puede verse el fondo marino con total claridad.
Su oleaje moderado la convierte en ideal para los más pequeños y posee casi todos los servicios, que incluyen aseos, duchas, vigilancia en verano y como no podía ser de otra manera, chiringuitos para tomar algo. Rodeada de un precioso entorno, te dejará impactado por la maravillosa naturaleza, con montañas que parecen sacadas de un cuento y una profusa vegetación de un color verde intenso. Por esto y por la calidad de sus servicios ha sido galardonada con la prestigiosa bandera azul en el año 2013.
6. Playa de Guadamía
Se trata de una espectacular playa excavada en la roca, que sirve de límite entre Llanes y Ribadesella. Se encuentra entre acantilados, es totalmente natural, está rodeada de praderas y tiene una belleza paisajística incomparable. Por su especial conformación, es una de las mejores piscinas naturales marinas conocidas, con aguas cristalinas de color turquesa y arena fina dorada.
Durante la marea alta la zona de arena se inunda, y en la garganta queda una gran zona de poca profundidad, como una gran piscina natural, ideal para los niños y para los que prefieren el agua tranquila y sin olas. El sinuoso desfiladero de unos 800 metros de largo y unos 30 metros de ancho, con paredes de roca calcárea, repleta de hendiduras y curiosas grutas perforadas por la fuerza del mar durante millones de años, es un claro ejemplo de paisaje kárstico modelado por el agua.
Estos grandes orificios y chimeneas suben hasta la parte superior del acantilado, provocando, cuando hay marea alta y fuerte oleaje, los Bufones de Pría, gigantescos chorros de agua que pueden elevarse hasta 20 metros de altura, emocionando a grandes y pequeños.
7. Playa de Torimbia
Muy conocida en el mundo por su faceta naturista, esta preciosa playa situada en la localidad de Niembru, es una de las más bellas y espectaculares que se pueden ver en Asturias. Resguardada por unos bellos y verticales acantilados, es un extenso arenal, de acceso peatonal, con forma de concha y arena dorada, un paraíso terrenal digno de las mejores postales.
Para llegar podrás dejar el coche arriba en los acantilados, un parking con capacidad para poco más de 50 automóviles y, para descender puedes hacerlo por los senderos agrestes en la ladera o bien por una pista habilitada, que desembocada en la parte oeste del arenal.
Con arena dorada y fina, tiene medio kilómetro de longitud y 100 metros de anchura, no cuenta con demasiados servicios, que únicamente incluye duchas, papeleras, servicio de limpieza y, solo en verano, un chiringuito. Fue la primera playa nudista de Asturias, y según la Federación Española de Naturismo, muchos de los que lo practican, la consideran la playa más bonita de España, ya que su entorno natural es verdaderamente espectacular.
Con más de un kilómetro de longitud, atravesada por el Río Bedón o de las Cabras, la Playa de San Antolín es una joya escondida en el paraíso del surf asturiano. Con fuertes oleajes y a veces viento, es ideal para la práctica de deportes marinos como el surf y la pesca, de hecho, en la Playa de San Antolín desemboca el Bedón, un río truchero frecuentado por aficionados.
Dispone de un amplio aparcamiento junto a un mirador con vistas espectaculares, y es una extensa playa de arena blanca, con un fuerte oleaje, situada junto a la iglesia de San Antolín de Bedón. Puede disfrutarse durante todo el día y es idóneo para la práctica del surf, ya que hay olas de izquierda y derecha repartidas a lo largo de toda la playa. Cuenta con un amplio aparcamiento, servicios, buena accesibilidad y el final es una zona naturista.
Con una longitud de 1150 metros, arena dorada, un oleaje moderado y buen equipamiento, la Playa de La Espasa es una playa abierta totalmente al mar, por lo que podrás disfrutar haciendo surf, muy apreciada por su fina arena y sus aguas cristalinas, durante el mes de mayo su festival de vuelo de cometas, recibe visitantes de toda España.
Cuenta con una gran variedad de servicios, como baños, duchas, socorrista, área recreativa y merendero con mesas y sillas, acceso para minusválidos, vigilancia, cruz roja y peligros señalados. Forma parte de la Costa Jurásica de Asturias, con abundantes rastros y fósiles de dicha era; tesoro geológico y paleontológico que se exponen en el Museo Jurásico de Asturias.
Durante la marea baja, prácticamente se une con la playa de La Isla formando un conjunto impresionante, vistas privilegiadas que puedes admirar desde el Mirador del Fitu, situado en pleno corazón de la sierra del Sueve. Como en todas las playas asturianas la naturaleza está presente, lo que la convierte en un destino muy cotizado para los turistas por su belleza.
Con apenas 350 metros, la playa de Ballota transmite paz y naturaleza, con sus acantilados, vegetación y el islote del Castro situado enfrente. Con una bella forma de media luna, sus aguas que van del azul al verde y su arena fina de color dorado, te invitaran a bañarte, ya que en esta zona el mar no tiene mucho oleaje. Asimismo, puedes realizar un recorrido por la costa visitando sus pueblos más encantadores, alguna actividad acuática o una excursión en barco.
No dispone de muchos servicios en temporada baja, pero durante el verano, cuenta con aseos, papeleras, servicio de limpieza, un chiringuito y un equipo de salvamento que vela por la seguridad de los bañistas. Entre la playa de la Ballota y la playa de Andrín se encuentra el Mirador de la Boriza, desde donde podrás ver la población de Llanes, la Sierra del Cuera y los Picos de Europa.